Son accesorios que sirven de soporte mecánico estático, montados integralmente con el bastidor de un vehículo de forma que permite unirlo a un remolque para actuar como vehículo tractor.
En la lengua de arrastre se inserta el mecanismo de acoplamiento del remolque (la bola) y se aseguran los dos elementos en su posición de trabajo mediante un sistema de retención adecuado. Este sistema de bloqueo tiene que permitir girar un cierto ángulo, para adaptarse a los cambios de dirección del conjunto vehículo-remolque.
Los usos más típicos consisten al enganchar remolques o vehículos de recreo detrás de un coche (típicamente caravanas o tiendas de campaña plegables con ruedas), detrás de un camión para convertirlo en un Euro-combi o a un tractor agrícola para arrastrar maquinaria agrícola de todos tipos, así como los remolques clásicos, otro uso es mucho menos común en motocicletas, en que el remolque puede ser de una sola rueda o de dos.
La bola de arrastre es ideal para instalarse en la defensa o en una lengua.